Seguramente todos alguna vez habremos sufrido algún secuestro emocional, y pocas veces controlamos nuestras acciones en esos momentos tan rápidos en los que no nos paramos a pensarlo bien. Para poder controlar estos momentos habría que tener nuestras neuronas freno bien desarrolladas para manejar esta situación debidamente. Para explicar todo lo que acabo decir voy a hacer servir de un ejemplo: Nos imaginamos a una mujer que cada día cuando entra en el baño ve toda la ropa sucia de su marido por el suelo, y cada día le recuerda que hay que recogerla. Su marido le responde siempre que sí, para que se calle pero no le hace caso hasta el día en que su mujer estalle de verdad. El día en el que explota se pone cabreadísima y empieza a chillarle y a decirle todo lo mal que le parece. Esta pareja tiene a una niña y cuando se ponen a pelear cierran a la niña en un cuarto dando un portazo. Después, la mujer se pone tan cabreada que empieza a tirarlo todo por el suelo y con eso sigue chillando hasta que viene el momento de la calma y así constantemente. Bien pues, para nuestro conocimiento, la amígdala de la que he hablado en otra entrada consta de un banco de memoria, en la que almacena todas las situaciones, y más si se repiten constantemente. Esa niña cuando se haga mayor, sin darse cuenta, en una ocasión parecida actuará igual que sus padres en una situación parecida. Ese dominio de la amígdala sobre la persona es el famoso secuestro emocional. Es la representación de unos recuerdos almacenados y que sin darnos cuenta actuamos inconscientemente para que cuando nos paremos a pensar en nuestras acciones nos preguntemos: "¿Qué he hecho?". Y para evitar tales cosas constamos de las neuronas freno que se desarrollan con la práctica de éstas. Sirven para controlar el temperamento en dichas ocasiones y tomar el control de nuestra mente y también de la situación. Para el control del temperamento habría que seguir 3 partes:
1.Observarse a sí mismo: es importante en esas ocasiones pensar por qué te está pasando eso, y lo anotas en una libreta durante una semana por ejemplo y trabajas sobre tus causas.
2.Encontrar un modelo: es también necesario tomar a alguien que te sirva de ejemplo a seguir, alguien a quien admires por su forma de actuar en todo momento e intentar parecerse a esa persona.
3.Notar las señales del cuerpo: también es eficaz en los momentos previos observarse a uno mismo para notar las características, las señales...del secuestro.
4.Producir un cortocircuito del cerebro: una vez asimilado el secuestro, pararlo y reconocerlo en mitad de la amígdala. Con métodos como inspirar y espirar, callarse repentinamente, etc.
5.Repetir los pasos: intentarlo siempre y nunca decaer. Si la primera vez falla no perder nunca la esperanza e intentándolo siempre que se produce logrará al final un autocontrol.
4.Producir un cortocircuito del cerebro: una vez asimilado el secuestro, pararlo y reconocerlo en mitad de la amígdala. Con métodos como inspirar y espirar, callarse repentinamente, etc.
5.Repetir los pasos: intentarlo siempre y nunca decaer. Si la primera vez falla no perder nunca la esperanza e intentándolo siempre que se produce logrará al final un autocontrol.
Todo esto, con un trabajo diario y mucha voluntad propia se podría llegar a parar esos secuestros y ser dueño de uno mismo en todas y cada una de las ocasiones. Está claro que no vamos a saber que vamos a sentir en cada momento ni la intensidad de la emoción pero si que tenemos una decisión en nuestras manos y es como actuar frente a la emoción y a la situación en la que nos ponga.
-Los secuestros emocionales y el control del temperamento-
Cap comentari:
Publica un comentari a l'entrada